¿Qué @#$%! con el bombardeo de nubes?
¿Qué @#$%! con el bombardeo de nubes?
Contexto nacional
Desde mediados del año pasado, México atraviesa una fuerte sequía que afecta el 85% del país. Y aunque las sequías son una condición natural con la que hemos convivido durante muchos años, esta sequía es la más extendida desde el 2011, cuando las condiciones se extendieron al 95% del país, y la segunda más grave en los últimos veinte años (1). La situación en México es tan crítica que, de acuerdo con Conagua, 58 presas están por debajo del 20% de su capacidad (1; 2).
A grandes problemas soluciones… ¿bomba?
La modificación del clima no es algo nuevo. Todo inició con los descubrimientos de Schaefer en 1946 y Vonnegut en 1947, cuando descubrieron que las nubes súper frías pueden ser convertidas en cristales de hielo con yoduro de plata (AgI). Para las décadas de los 60’s y 70’s este conocimiento se extendió por todo el mundo, incluyendo México. El objetivo es provocar la precipitación de agua en nubes existentes. Además, una condición indispensable para la siembra de lluvia es que las nubes deben estar extremadamente frías, con temperaturas entre -10°C y - 20°C y con la suficiente cantidad de agua(3; 4).
Pero… ¿cómo se hace?
Primero, definamos qué son las nubes. Las nubes son cúmulos enormes de agua que se encuentran flotando en el cielo. Estas gotas son demasiado pequeñas como para precipitarse, pero lo suficientemente numerosas como para formar estos cúmulos que vemos en el cielo (5). Estas gotas generalmente se encuentran por debajo del punto de congelación; pero debido a la presión, se mantienen líquidas. Una vez que las personas que se encargan de monitorear las nubes con potencial de precipitación localizan los lugares que son susceptibles a la realizar esta práctica, se envía un avión con capacidad de soltar bengalas con una mezcla de cloruro de potasio, cloruro de sodio, magnesio, y otros químicos. En términos simples, estos compuestos atraen las pequeñas gotas que se encuentran flotando en las nubes, provocando que se las gotas se aglomeren, calientan y posteriormente se precipiten en forma de lluvia (6).
¿Funciona?
Esta práctica se ha realizado en México desde los años 60’s en distintos estados (Durango, Zacatecas, Monclova, Sinaloa, etc.), y aunque en general se reportan resultados positivos en los que se menciona el aumento del nivel de los embalses en los ríos de la zona, no se le puede atribuir por completo a la siembra higroscópica (3). Lo mismo sucede a nivel internacional, aunque en muchos países este experimento se reporta con resultados positivos, no existe un consenso internacional de que esto funcione. Y es que, no hay manera de saber a ciencia cierta qué provocó la precipitación de esas lluvias. No hay dos nubes que sean exactamente iguales y se desconoce si de igual forma iba a llover.
Aunque de momento no tengamos la certeza de que esto funciona, hay muchas empresas interesadas en que lo haga. Por ejemplo, Idaho Power es una compañía que se encarga de la compra, venta, generación, distribución y transmisión de electricidad en partes de Oregon y Idaho, Estados Unidos. Esta empresa actualmente invierte en un programa en el que se inyecta yoduro de plata con el propósito de generar nevadas que posteriormente alimenten a los ríos que generan la corriente eléctrica en sus centrales hidroeléctricas (7).
Es casi un hecho que el esfuerzo llevado a cabo por múltiples gobiernos culminará en que la tecnología del bombardeo de nubes pueda implementarse de manera precisa y confiable. Sin embargo, tenemos que tomar en cuenta que el desarrollo de estas técnicas es una promesa de mitigar el daño que los humanos hemos ocasionado al medio ambiente, por lo tanto, no basta con el desarrollo de tecnologías desafiantes, sino que se tiene que enfrentar el problema de la contaminación ambiental generando una relación de sostenibilidad con la naturaleza.
Referencias
CONAGUA. (31 de 05 de 2021). Monitor de sequía de México. Obtenido de Gobierno de Mexico: https://smn.conagua.gob.mx/es/climatologia/monitor-de-sequia/monitor-de-sequia-en-mexico
Miranda, F. (2021). Por sequía, 58 presas están abajo del 20% de capacidad; sector agrícola sufre: Conagua. Milenio. Obtenido de:
https://www.milenio.com/politica/sequia-mexico-58-presas-abajo-20-capacidad-conagua
Medina-García, G., Echavarría-Chairez, F. G., Díaz-Padilla, G., Ruiz-Corral, J. A., & Sánchez-Cohen, I. (2014). Inducción de lluvia mediante sembrado de nubes con yoduro de plata en la región norte-centro de México en la temporada de lluvia 2012. Revista mexicana de ciencias agrícolas, 5: 1951-1962. Obtenido de:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-09342014001401951
Cooper, W. A. & Lawson, R. P. (1984). Physical interpretation of results from the HIPLEX-1 experiment. American of Meteorological Society, 23: 523-540. Obtenido de
https://journals.ametsoc.org/view/journals/apme/23/4/1520-0450_1984_023_0523_piorft_2_0_co_2.xml.
Encyclopaedia Britannica. (2020). Temperature inversion. Britannica Online Encyclopedia. Recuperado el 13 de Junio de 2021 en:
https://www.britannica.com/science/temperature-inversion
Levin, Z. (2009). On the State of Cloud Seeding for Rain Enhancement. The Cyprus Institute. Obtenido de:
Hager, R. (2019). Idaho Power can make it snow — increasing water reserves, powering homes. But is it safe? Idaho Statesman. Obtenido de:
https://www.idahostatesman.com/news/local/environment/article232880472.html
Luis E. Guerrero
Biólogo y Editor