La domesticación del maíz
La domesticación del maíz
“De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres.”
Popol Vuh (Adrián Recinos, trad.)
¿Alguna vez te has preguntado de qué manera el maíz se convirtió en un alimento tan relevante en nuestra cultura? Por ejemplo, en distintas celebraciones llevadas a cabo por parte de los Aztecas se utilizaba el maíz para construir una figura gigante, la cual se presentaba al pueblo de Tenochtitlan con motivo de la celebración al dios de la guerra, Huitzilopochtli. Del mismo modo, los pueblos mayas celebraban el fin del año con una ceremonia donde se colocaban cuatro mazorcas de maíz de distintos colores hacia los puntos cardinales (1,2). Como podrá verse, el maíz tenía un fuerte peso en el aspecto espiritual; del mismo modo que uno de los alimentos importantes para el desarrollo de distintas culturas como los Aztecas, Mayas, Zapotecas, Mixtecas, Purépechas, Totonacas; entre otros. Pueblos de lengua náhuatl nombraron al maíz como “tlaolli” que quiere decir “nuestro sustento”, o “teosinte” traducido a “grano de dioses”(3).
El proceso de domesticación del maíz contribuyó a la aparición de la diversidad de culturas en México prehispánico, así como su expansión. La domesticación es la separación de una especie de su entorno natural; la cual se integra a un ambiente controlado y es sometida a un proceso dirigido por el ser humano. El maíz, Zea mays, es originario de México y tuvo un fuerte periodo de domesticación que se estima ocurrió hace aproximadamente 10,000 años. Varias formas de teosinte se han propuesto como los ancestros a partir de los cuales se inició el proceso de domesticación del maíz (4,5). Sin embargo, a través de evidencias morfológicas y genéticas, se concluyó que la especie Z. mays ssp. parviglumis, es el ancestro más probable del maíz. Algunos estudios estiman que la domesticación se generó a partir de poblaciones de tamaño muy reducido, de entre 500 a 4,000 individuos (6).
El proceso de domesticación del maíz tuvo un peso importante en el desarrollo inicial de las culturas prehispánicas mesoamericanas, que con el tiempo, quedó plasmado en la cultura de estas comunidades. La domesticación es sin lugar a dudas, uno de los procesos más importantes que ha desarrollado el ser humano como herramienta para su desarrollo; el entender aspectos positivos y negativos nos ayudará en la toma de decisiones más informadas sobre su aplicación.
Aunado a eso, los grupos prehispánicos que comenzaron el proceso de domesticación del maíz seleccionaron rasgos útiles de la planta, y con ello, características genéticas únicas. Esto ocasionó que el maíz acumulara rasgos benéficos para los pueblos indígenas pero que, de manera natural, no hubieran podido existir (8). El proceso de domesticación generó una huella única que podemos observar en la arquitectura de su genoma, esto ha sido estudiado de distintas maneras y aún despiertan un gran interés por parte de la comunidad científica. Inclusive, el rigor de estos estudios ha ocasionado que Z. mays se convierta en un organismo modelo alrededor del cual se pueden plantear y resolver distintos tipos de hipótesis ecológicas, genéticas y evolutivas (9).
Referencias:
https://mxcity.mx/2020/12/ussr-abre-nuevo-espacio-de-arte-en-el-corazon-de-la-roma/
https://www.biodiversidad.gob.mx/diversidad/alimentos/maices
Beadle, G. W. (1980). The ancestry of corn. Scientific American, 242(1), 112-119.
Doebley, J. (2004). The genetics of maize evolution. Annual Review of Genetics, 38(1):37-59.
Galinat, W. C. (1988). The origin of corn. Corn and corn improvement, 18, 1-31.
http://www.conabio.gob.mx/malezasdemexico/poaceae/zea-mays-parviglumis/fichas/pagina1.htm
José M. Carreto
Biólogo y Maestro en Ciencias